Hicimos una pausa. Nos invadió una tranquila confianza. Nos inspiramos al ver todas las posibilidades que teníamos por delante, toda la gente a la que podíamos ayudar, gente que no necesariamente se parecía a Ryan, ni procedía de su entorno, ni tenía sus privilegios o acceso. Todos los trabajadores de los servicios alimentarios podrían recibir el apoyo que necesitan y todos los miembros de nuestra comunidad podrían ayudar. Y ahí es donde entras tú.
Fue la generosidad de nuestra comunidad en Team Hidi en 2013 la que lo empezó todo, y la que ha impulsado Giving Kitchen hasta el punto de que ahora hemos atendido a más de 11.400 trabajadores de servicios alimentarios en 28 estados. Y vuelvo a pedir tu generosidad: ¿Harás hoy una donación a Giving Kitchen?
Para Ryan, su cáncer fue un regalo porque puso de manifiesto la compasión y generosidad de su comunidad, tanto en el mundo de los servicios alimentarios como fuera de él. Luchó con valentía, pero independientemente del resultado, sintió que había ganado. Su inteligente respuesta a un diagnóstico terminal se convirtió en un faro de esperanza para muchos y sentó las bases de los principios rectores de Giving Kitchen: empatía, generosidad, compasión, precisión, confianza y gratitud.
Hemos vivido esos principios y seguimos inspirándonos en esa respuesta sencilla e instintiva que Ryan tuvo allá por 2013: queremos estar disponibles para ayudar a todos los trabajadores de los servicios alimentarios e implicar a todos en la comunidad para apoyar a quienes nos sirven cada día.
La resistencia, la humildad y el valor para pedir ayuda que me inspiran a seguir empujando Giving Kitchen hacia adelante en la historia de hacerlo bien: reconocer a los trabajadores de los servicios alimentarios como vitales y valiosos en nuestra comunidad, a cada uno de ellos. Haciendo un donativo a Giving Kitchen, haces saber a los trabajadores del servicio de comidas que los aprecias y que les cubres las espaldas.